El actual titular de la entidad de San Miguel, Miguel Castro- ya que por motivos particulares el titular Guillermo Jaime pidió licencia que se viene a sumar a la que solicitada hace seis meses por el vicepresidente Roberto Travi complicando la situación con vistas a las elecciones previstas para el 22 de diciembre próximo- explicó los motivos por los cuales se decidió eso. En declaraciones periodísticas, Castro señalo que “que la historia hubiese sido distinta si se nos hubiesen acercados dirigentes de Nueva Chicago y nos hubiesen propuesto, por ejemplo, que los dos partidos se jugasen en campo neutral”
INCIDENTES
Claro que esos hinchas de Chicago observaron el partido, y además produjeron algunos incidentes. Antes de comenzar el partido hinchas de San Miguel que llegaban al estadio en un micro divisaron a sus “pares” de Nueva Chicago, se bajaron del rodado y se trenzaron en una pelea con ellos.
A pesar de que el operativo policial que se dispuso para este partido fue muy importante, participaron 220 efectivos guiados por el comisario Diago Wesenack de la seccional 2da de Malvinas Argentinas, las fuerzas del orden se vieron sorprendidas por el hecho y tuvieron que correr para desplazarse hacia el lugar de los hechos.
Algunas piedras desperdigadas por el piso, el hecho ocurrió en la esquina de las calles José León Suárez y Darragueira, quedaron como mudos testigos.
Luego, en el entretiempo y con los ánimos caldeados por aquel episodio, un par de hinchas de cada equipo se trenzó en un diálogo áspero en la entrada a la platea que esta vez fue sofocado por un accionar persuasivo por parte de las fuerzas del orden, que lograron que los ánimos se calmaran un poco.
Pero todo fue temporáneo, ya que apenas transpuesto el cuarto de hora de la etapa complementaria y el Topo Oscar Gómez estampó el descuento para su equipo, volvieron a recrudecer los hechos de violencia.
Algunos dirigentes de Nueva Chicago entre los que se encontraba el presidente, Juan Ángel Guerra, quien también participó para solventar el conato que se había dado en el entretiempo, y allegados festejaron la conquista y fueron “recriminados” por ese hecho por la gente de San Miguel que se vio irritada y se observaron algunos empujones. Pero allí apareció la policía, disponiendo el cordón que se hacía imperioso.
Por suerte, la desconcentración tras el partido se realizó en orden.
Pero a pesar de los hechos de violencia narrados, se informó desde la dependencia policial mencionada que no se produjeron detenciones.
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